lunes, 30 de agosto de 2010

Con el color del dulce de leche.

Van rodando por la larga mesa traen consigo el mar, la tierra, el sol, el pino… cada uno desde nuestro asiento, dispuesto alrededor va tomando la del color que le recuerda otros momentos.
Es mi último día en Benalmádena, por este año, recogida sobre mi misma con pensamientos encontrados… entre la nostalgia de no estar presente el próximo miércoles en este taller donde jugamos con las letras, inventando historias deseosos de contarlas y pensando en el vuelo que me acercará en pocas horas a mi familia, a mi país de tango, mate y ombú.
Mientras se deslizan desde la cabecera hasta la otra punta, el sonido y movimiento, me trae un cuadro de la infancia, donde mi hermano competía con sus amigos a ver quien las tiraba más lejos, con la aprendida técnica arrodillados, apoyando una parte de la mano en el suelo, tomándolas entre el pulgar y el índice; las había de varios tamaños y colores, recuerdo a mami, cociendo los bolsillos que el peso de las mismas descosían.
En su andar presuroso sobre la tabla lustrada, van alcanzando el otro extremo, pasan por mi lado quedan muy pocas para elegir, estiro la mano y tomo una color dulce de leche.
Desde el otro lado del Atlántico, estoy  escribiendo con este objeto redondo, pequeño, entre mis manos despertando sentidos, su materia es fría la envuelvo en el calor de los momentos, las palabras de cada uno de mis compañeros, sonrisas, comentarios, todos unidos en un tris por el placer común.
Vestida de simbología esta bolita se llama Airesbenal.  


                                                                                                              Viviana Monjo.

2 comentarios:

  1. Siento que ya no estés mañana.
    Tu texto no me resulta literario y sí intensamente cercano, con esa tibieza que anida en las confidencias. También es un valor. De los importantes. Suerte a ese otro lado del océano!

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  2. Airesbenal, puente entre Buenos Aires y Benalmádena.

    Mañana no podré evitar desayunar un panqueque de dulce de leche.

    Gracias por jugar, seguiremos haciéndolo desde los dos lados del Atlántico.

    Besos

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