Escribe al mismo tiempo que escuchas la música que has elegido, déjate invadir por su ritmo, su tono, su cadencia y trata de trasladarlo a las palabras que escribes. Y si ello hace que escribas palabras que no existen, no te preocupes, da prioridad a la sonoridad de las palabras antes que a su significado, no te de reparo, recuerda el capítulo 68 de Rayuela.
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